Mis palabras morirán un día,
el menos pensado...
calladas y oscuras,
gemirán mudas
y caerán en la nada
cuando la verdad me alcance,
cuando ya no pueda fingir que soy parte
de ésta vida y de éste mundo,
cuando ésta muerte por fin viva
desde mis adentros gritando
y suelte mis lágrimas
como piedras al viento.
Mis palabras al fin morirán,
como rehenes sin manos,
como sangre seca en el suelo...
pero tú te quedarás
en mis palabras por Siempre,
te gritaré en la voz de la letra,
te pintaré en mis poemas
y vivirás por siempre,
aunque mis palabras mueran
el día menos pensado.
Enero 19, 1999
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